Ser o no ser... esa es la cuestión

Analizando un poco la arquitectura del ya mencionado Tadao Ando, que por cierto, desconocía ciertas obras suyas en las que considero que su estudio tanto de luz como de recorridos es impresionante, entre otras muchas cosas. Tal vez me haya aportado algo de lucidez a la hora de desarrollar el proyecto, pero sigo sin estar seguro si es un paso adelante o en falso, buen vamos a ello.

Tadao en sus obras mediante ciertas intervenciones intenta buscar ese espíritu en la arquitectura, conforme trabaja la luz o los vacíos creando contrastes que hacen fomentar una experiencia sensorial entre la obra y la persona. Una de los detalles que me han llamado la atención es la interpretación que hace del recorrido en la ya comentada onte Rokko, donde "obliga" al visitante a recorrer una galería hasta el final y después acomete un giro de 180 grados para acceder a la capilla, además de buscar ese contraste de escalas, pasando de un estrecho pasillo poco iluminado a la gran escala de la capilla iluminada, forzando este cambio de espacios.

Otro juego de recorridos es en el también mencionado Templo del Agua, donde mediante la inclusión de un muro, articula un recorrido y este mismo anula la posiblidad de comprender todo el edificio en un vistazo, volviendo a "obligar" al visitante a seguir el camino para contemplar lo que hay al final del propio, además vuelve a utilizar el recurso del giro, aquí más redundante, estableciendo vínculos con el entorno.

Templo del Agua y Museo de la Luz Diurna

Pues bien, estas referencias aplicadas al proyecto han fraguado de la siguiente forma, por una parte la orientación de la plaza se ha volcado a este, accediendo a esta por el norte mediante un acceso con un giro que impide ver en conjunto hasta que no se llega a la propia plaza y más adelante se bifurca en dos caminos, el principal lleva a una zona de "picnic" que vuelca a la visual donde están los árboles dispuestos en forma curva, que gracias al "elemento artificial" se consigue complementar este espacio. Después el camino secundario, más estrecho (marcando su menor relevancia, Lewerentz) para que el visitante tenga la opción de escoger el destino, en este caso vuelca a un sendero que da al canal.

Analizando el entrono he intentado generar dos ejes que articulen el espacio, para integrar mejor el conjunto en el lugar. Que este conjunto responda al entorno, dándole continuidad y no fragmentándose entre lo natural y lo artificial, con intervenciones como una vez acaba el espacio transitor, el muro se prolonga más allá... Por eso el título de ser o no ser, estoy en un punto que no sé si el conjunto se esta articulando conforme "lo que quiere ser" o no.